La ansiedad es uno de los problemas psicológicos más conocidos y más frecuentes hoy en día. Más de un 15% de la población llega a sufrir alguna vez a lo largo de su vida algún trastorno de ansiedad. Muchas personas la han sufrido de manera puntual, mientras que para otras es algo recurrente que muchas veces les dificultan sus tareas diarias, concentrarse o disfrutar de su tiempo de ocio.
Precisamente por ser un término muy usado, suele haber desinformación y confusión. Existen muchos mitos e informaciones falsas. Por ello es importante contar con la información adecuada para saber a qué nos estamos enfrentando.
1. La ansiedad no es una enfermedad
¿Entonces qué es? La ansiedad es sobre todo un mecanismo defensivo. Es un sistema de alerta ante situaciones consideradas amenazantes. No hay nada que funcione mal en nuestro cuerpo. Por ello medicarse o cogerse la baja no deben ser una solución a largo plazo. En todo caso son una medida temporal. Podemos aprender, por ejemplo, estrategias de relajación, buscar ayuda de un profesional o aprender a expulsar los pensamientos tóxicos, entre otras medidas.
2. La ansiedad genera una respuesta de nuestro organismo
Esta respuesta se manifiesta en 3 niveles: el cognitivo (pensamientos que nos producen angustia, temor a la pérdida de control, inseguridad), el motor (llorar, tartamudear, quedarse paralizado…) y el fisiológico (taquicardia, sudoración, palpitaciones, dolores de cabeza, entre otros). Todos estos cambios tienen como finalidad facilitar que el organismo haga frente a la amenaza.
3. El estrés continuo es muy perjudicial
La ansiedad no produce el fallecimiento en ningún caso, pero también es verdad que si dejamos al cuerpo con unos niveles de activación muy altos, al final nuestra salud se va a resentir. Por eso, cuando detectamos que la ansiedad o el estrés se prolongan en el tiempo es el momento de buscar soluciones. Porque la respuesta de ansiedad se va a agotar si no la alimentamos.
4. Muchas personas la sufren más por la mañana
Aunque cada persona es diferente, es verdad que para muchas personas el peor momento, donde experimentan sudoraciones, palpitaciones, agobios, miedos… es al empezar el día, los domingos por las tardes (cuando empiezan a pensar en el inicio de la semana) o a la vuelta de las vacaciones. Esto se debe a la naturaleza de la ansiedad de prepararnos para el peligro y como estas personas ven que se aproxima.
5. Los problemas por ansiedad tienen solución
Todos conocemos a personas que llevan años sufriendo trastornos de ansiedad, casi de manera crónica y con una alta dosis de medicación. Pero al contrario de lo que pueda parecer, hoy en día existen tratamientos psicológicos muy efectivos que nos ayudarán a superarla.
Partiendo de un conocimiento de la persona y de las causas que producen esta respuesta del organismo, un buen profesional nos facilitará las herramientas necesarias para eliminar esa angustia y volver mantener una vida normal, saludable y placentera.